El mundo de las sombras es infinito. Empecé a fijarme en todo aquello que nos rodea de una forma más presente y observar detalles que se nos suelen pasar por alto y que pueden constituir una fuente de inspiración o incluso un momento de meditación.
La sombra de unas plantas me sirvió para crear otra pieza, calando el dibujo en el metal y extrayendo la parte calada, pensando en incorporarla (o no) también al objeto para jugar con distintos resultados visuales, donde los espacios en positivo y en negativo se interrelacionan entre sí.